En esta edición se han mantenido las convenciones ortográficas deloriginal, incluyendo las variadas normas de acentuación presentes en eltexto. (la lista de errores corregidos sigue el texto.) Parte segunda el padre claudio (continuación):VI, VII, VIII, IX |
VICENTE BLASCO IBAÑEZ
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NOVELA
TOMO SEGUNDO
EDITORIAL COSMÓPOLIS
APARTADO 3.030 MADRID
Imprenta Zoila Ascasíbar. Martín de los Heros, 65.—MADRID.
Fiat Lux
A las ocho de la mañana el conde de Baselga andaba con paso indeciso porlas calles de la coronada villa.
Si las gentes de poca monta que a aquella hora iban a sus quehaceres apaso apresurado y soplándose las manos para ahuyentar el frío, sehubieran fijado en el marcial comandante de caballería de la Guardia,les habría llamado la atención el desorden con que llevaba el uniforme yla nerviosidad que se marcaba en su rostro pálido y cejijunto.
A aquellas horas otros militares se dirigían al regio Palacio o a loscuarteles para cumplir sus deberes, erguidos y sonrientes, y a su ladoel conde ofrecía el aspecto de un hombre que ha pasado la noche entormentosa orgía y que se retira a su domicilio ebrio y luchando con elalcohol y el cansancio que entorpecen todos sus miembros.
Pero Baselga, en vez de dirigirse a su casa se alejaba de ella, y no ibaebrio, sino dominado por una indecisión que le hacía sufrir cruelmente,obligándole a vagar por las calles.
La noche anterior había salido del despacho del padre Claudio dispuestoa no ocuparse más del asunto de su esposa, dejando a cargo del jesuítalo que hubi