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Cubierta del libro

[p. 3]

TRES NOVELAS EJEMPLARES
Y UN PRÓLOGO



Papel especialmente fabricado por La Papelera Española.


[p. 5]

MIGUEL DE UNAMUNO

TRES NOVELAS
EJEMPLARES
Y UN PRÓLOGO

CALPE

COLECCIÓN CONTEMPORÁNEA

MADRID-BARCELONA

1920


[p. 6]


Imprenta Artística, Sáez Hermanos, Norte, 21.—Madrid.—Teléfono 17-65 J.


[p. 7]

PRÓLOGO


[p. 9]

I

¡Tres novelas ejemplares y un prólogo!Lo mismo pude haber puesto en la portada de este libro Cuatro novelasejemplares. ¿Cuatro? ¿Por qué? Porque este prólogo es también unanovela. Una novela, entendámonos, y no una nívola; una novela.

Eso de nívola, como bauticé a mi novela—¡y tan novela!—Niebla,y en ella misma, página 158, lo explico—, fué una salida que encontrépara mis...—¿críticos? Bueno; pase—críticos. Y lo han sabido aprovecharporque ello favorecía su pereza mental. La pereza mental, el no saberjuzgar sino conforme a precedentes, es lo más propio de los que seconsagran a críticos.

Hemos de volver aquí en este prólogo—novela o nívola—más de unavez sobre la nivolería. Y digo hemos de volver así en episcopalprimera persona del plural, porque hemos de ser tú, lector, y yo, esdecir, nosotros, los que volvamos sobre ello. Ahora, pues, a lo deejemplares.

¿Ejemplares? ¿Por qué?

Miguel de Cervantes llamó ejemplares a las novelas[p. 10] que publicó después desu Quijote, porque, según en el prólogo a ellas nos dice, «no hayninguna de quien no se pueda sacar algún ejemplo provechoso». Y luegoañade: «Mi intento ha sido poner en la gloria de nuestra república unamesa de trucos, donde cada uno pueda llegar a entretenerse sin daño debarras, digo, sin daño del alma ni del cuerpo, porque los ejercicioshonestos y agradables antes aprovechan que dañan.» Y en seguida:«Sí; que no siempre se está en los templos, no siempre se ocupan losoratorios, no siempre se asiste a los negocios por calificados quesean; horas hay de recreación, donde el afligido espíritu descanse;para este efecto se plantan las alamedas, se buscan las fuentes, seallanan las cuestiones y se cultivan con curiosidad los jardines.»Y agrega: «Una cosa me atreveré a decirte: que si por algún modoalcanzara que la lección de estas novelas pudiera inducir a quienlas leyera a algún mal deseo o pensamiento, antes me cortara la manocon que las escribí que sacarl

...

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