Marianela

Por
Benito Pérez Galdós

Imprenta y Litografía de La Guirnalda
Madrid
1878


Capítulos:

-I-,
-II-,
-III-,
-IV-,
-V-,
-VI-,
-VII-,
-VIII-,
-IX-,
-X-,
-XI-,
-XII-,
-XIII-,
-XIV-,
-XV-,
-XVI-,
-XVII-,
-XVIII-,
-XIX-,
-XX-,
-XXI-,
-XXII-

-I-
Perdido

Se puso el sol. Tras el breve crepúsculo vino tranquila y oscura lanoche, en cuyo negro seno murieron poco a poco los últimos rumores de latierra soñolienta, y el viajero siguió adelante en su camino,apresurando su paso a medida que avanzaba la noche. Iba por angostavereda, de esas que sobre el césped traza el constante pisar de hombresy brutos, y subía sin cansancio por un cerro en cuyas vertientes sealzaban pintorescos grupos de guinderos, hayas y robles. (Ya se ve queestamos en el Norte de España.)

Era un hombre de mediana edad, de complexión recia, buena talla, anchode espaldas, resuelto de ademanes, firme de andadura, basto defacciones, de mirar osado y vivo, ligero a pesar de su regular obesidad,y (dígase de una vez aunque sea prematuro) excelente persona pordoquiera que se le mirara. Vestía el traje propio de los señoresacomodados que viajan en verano, con el redondo sombrerete, que debe asu fealdad el nombre de hongo, gemelos de campo pendientes de unacorrea, y grueso bastón que, entre paso y paso, le servía para apalearlas zarzas cuando extendían sus ramas llenas de afiladas uñas paraatraparle la ropa.

Detúvose, y mirando a todo el círculo del horizonte, parecía impacientey desasosegado. Sin duda no tenía gran confianza en la exactitud de suitinerario y aguardaba el paso de algún aldeano que le diese buenosinformes topográficos para llegar pronto y derechamente a su destino.

—No puedo equivocarme—murmuró—. Me dijeron que atravesara el río porla pasadera... así lo hice. Después que marchara adelante, siempreadelante. En efecto, allá, detrás de mí queda esa apreciable villa, aquien yo llamaría Villafangosa por el buen surtido de lodos que hay ensus calles y caminos.... De modo que por aquí, adelante, siempreadelante (me gusta esta frase, y si yo tuviera escudo no le pondría otradivisa) he de llegar a las famosas minas de Socartes.

Después de andar largo trecho, añadió:

—Me he perdido, no hay duda de

...

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