JUAN VALERA
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NOVELAS
OBRAS COMPLETAS
TOMO XII
Es propiedad.
Derechos reservados.
DAFNIS Y CLOE
Ó
LAS PASTORALES DE LONGO
AL ÍNDICE |
Los aficionados á libros suelen cegarse con frecuencia y prestar ámuchas obras literarias un mérito que no tienen, y esperar que logrenuna popularidad que al cabo no alcanzan. Es evidente que yo, cuando mehe tomado el trabajo de traducir esta novela, y me he atrevido luego ápresentarla al público, es porque creo, ó bien con fundamento, ó bieninducido en error por dicha ceguedad, que esta novela es bonita éinteresante, y que ha de gustar y divertir á los lectores.
Lejos de censurar, disculpo yo y hasta aplaudo la publicación decualquier libro antiguo, por malo que sea. La mayoría no tendrá lapaciencia de leerle; pero siempre le leerá con gusto y con interéscierto breve círculo de personas estudiosas que busquen en él, y quizáhallen nuevos datos para la historia literaria, ó curiosas noticiassobre costumbres, usos, hechos históricos, estilo y lenguaje de unaépoca y nación determinadas. De libros{6} publicados con este objeto debesalir á la venta muy pequeño número de ejemplares. No son, ni pueden seren realidad, libros para el público, sino para unos cuantos bibliófilos.
No es así como yo traduzco y publico en castellano la novela de Longo.La publico como algo que, en mi sentir, puede y debe gustar aún alvulgo; como algo que puede ser popular en nuestros días.
Á fin de manifestar las razones en que me apoyo para pensar así, escriboesta introducción.
Escasísima cantidad de obras maestras tiene una fama que jamás semarchita. Sus autores se llaman por excelencia los autores clásicos, ytoda persona culta, ó que presume de culta, los compra, aunque nunca loslea. Si por acaso acomete, en ratos de ocio, la lectura de uno de estosautores, pongo por caso de Homero, de Píndaro ó de Virgilio, á las pocaspáginas, ó se duerme ó se aburre. Tres modos principales suele empleardespués el lector aburrido ó dormido para explicar su aburrimiento ó susueño. Si es muy modesto, se echa la culpa á sí propio, reconociendo quecarece de la educación estética ó de la aptitud natural bastante parapenetrar el sentido de lo que lee, y apreciar y ponderar todos losprimores y bellezas del estilo, teniendo en cuenta, además, que esmenester cierto aparato de erudición y cierto esfuerzo de fantasía...