OBRAS COMPLETAS
DE
EMILIA PARDO BAZÁN,
CONDESA DE PARDO BAZÁN
LA QUIMERA
EMILIA PARDO BAZÁN
OBRAS COMPLETAS.—TOMO XXIX
ADMINISTRACIÓN
Calle de San Bernardo, 37, principal.
MADRID
Es propiedad.
Queda hecho el depósito quemarca la ley.
Imprenta LA EDITORA, San Bernardo, 19, Madrid.—Tel. 3.432
Había prescindido en mis novelas de todo prefacio,advertencia, aclaración ó prólogo, entregándolas mondasy lirondas al lector, que allá las interpretase á su antojo,puesto que tanta molestia quisiera tomarse; y estacostumbre seguiría en La Quimera si, apenas iniciadasu publicación por la excelente revista La Lectura, noapareciese en un diario de circulación máxima un sueltoanunciando que “claramente se adivina, al través delos personajes de La Quimera, el nombre de gentes muyconocidas en la sociedad de Madrid, por lo cual el libroserá objeto de gran curiosidad y de numerosos comentarios”.
Desde Pequeñeces, se me figura que al público se leha abierto el apetito. Fué Pequeñeces (tendrán que reconocerlolos más adversos al Padre Coloma) plato tansabroso, que trabajo le mando al cocinero que sazoneotro mejor. ¿Qué especias emplear? ¿Qué salsa componer?No vale cargar la mano en la guindilla, que nopor eso saldrá el carrick más en punto. Pequeñeces, ála verdad, y es justo decirlo, alborotó sin recurrir á tratarde aberraciones, perversiones y demoniuras con quehoy las letras van familiarizándose. Por ley natural dela escala de sensaciones, se piden nuevos estímulos;vibra irritada la curiosidad, y la musa ceñida de negrasespinas, la de la sátira social, que levanta ampollas comopuños, aguarda su hora. Á todo novelista que porexigencias del asunto tiene que situar la acción en altas[6]esferas ó sacar á plaza tipos más ó menos semejantes álos que por ahí bullen, se le pregunta con ahinco: “—¿Nostrae usted la continuación de Pequeñeces? Eso sí quenos encantaría. Agotaríamos la edición...”
Reconozco que en la sátira social pueden hacerse maravillas.Remontémonos: ¿quién ignora que Dante, enla Divina Comedia, saca al sol los trapitos de sus contemporáneosy conciudadanos, sin omitir lo gravísimo(recuérdese su conferencia, en el Infierno, con BrunettoLatini)? Los profetas de Israel, que iban clamando contralas iniquidades de su época, sin respetar ni á lastestas coronadas, ¿qué fueron, descontada su sacra misión,sino satíricos andantes? La antigüedad, más realistacien veces que nosotros, no concibió el drama conpersonajes inventados; y los dramaturgos griegos fundaronsu teatro en sucedidos históricos y en interioridadesregias. En la Odisea, y aun en la Iliada, hizoalgo semejante Homero; Shakespeare (siguiendo lashuellas de Sófocles y Eurípides), en sus dramas históricosdramatizó sucesos casi actuales y retrató á los reyes,reinas y magnates con relieve cruel. Creo que bastade ilustres ejemplos, y que no será desdeñar el génerosi declaro que no pertenece á él La Quimera, ni fu