ESCRIBIALA
DON ANTONIO DE SOLÍS
SECRETARIO DE SU MAGESTAD, Y SU CRONISTA MAYOR
DE INDIAS.
NUEVA EDICION
CORREGIDA POR
DON AGUSTIN LUIS JOSSE.
TOMO SEGUNDO.
EN LONDRES:
En la Imprenta de R. Juigné, 17, Margaret-street, Cavendish-square.
A EXPENSAS DEL DICHO EDITOR,
Se Hallará
En su casa, No. 18, Broad-street, Golden-square;
Y en las de B. Dulau y Co. Soho-square; T. Boosey, Broad-street, Royal Exchange; White, Fleet-street; De Conchy, New Bond-street;Wingrave, Strand;Longman y Rees, Paternoster-row; yLackington y Allen, Finsbury-square.
1809.
This Work, as well as LAS FÁBULAS LITERARIAS, por Don Tomas de Yriarte, 1 volume, small 8vo. vellum paper, price 7s. may be had at
A. L. JOSSE'S,
Professor of the French and Spanish Languages, author of a Spanish Grammar, a Course of Exercises, &c. No. 18, Broad Street, Golden Square.
HISTORIA
De la Conquista, Poblacion y Progresos de Nueva España.
Dáse noticia del viage que hicieron á España los Enviados de Cortés; y de las contradicciones y embarazos que retardaron su despacho.
Razon es ya que volvamos á los Capitanes Alonso Hernandez Portocarrero y Francisco de Montejo, que partieron de la Vera Cruz con el presente y cartas para el Rey: primera noticia y primer tributo de la Nueva España. Hicieron su viage con felicidad, aunque pudieron aventurarla, por no guardar literalmente las órdenes que llevaban; cuyas interpretaciones suelen destruir los negocios, y aciertan pocas veces con el dictámen del superior. Tenia Francisco de Montejo en la Isla de[Pg 2] Cuba cerca de la Habana una de las estancias de su repartimiento: y quando llegaron á vista del Cabo de San Anton, propuso á su compañero, y al piloto Juan de Alaminos, que sería bien acercarse á ella, y proveerse algunos bastimentos de regalo para el viage; pues estando aquella poblacion tan distante de la ciudad de Santiago, donde residia Diego Velazquez, se contravenia poco á la substancia del precepto que les puso Cortés para que se apartasen de su distrito. Consiguió su intento, logrando con este color el deseo que tenia de ver su hacienda; y arriesgó no solo el baxel, sino el presente y todo el negocio de su cargo: porque Diego Velazquez, á quien desvelaban continuamente los ze