Nota de transcripción
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OBRAS COMPLETAS
DE
EMILIA PARDO BAZÁN,
CONDESA DE PARDO BAZÁN
LA PRUEBA
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EMILIA PARDO BAZÁN,
CONDESA DE PARDO BAZÁN
OBRAS COMPLETAS. — TOMO XXII
LA PRUEBA
ADMINISTRACIÓN:
LIBRERÍA DE PUEYO
ARENAL, 6
p. 4ES PROPIEDAD.
QUEDA HECHO EL DEPÓSITO
QUE MARCA LA LEY.
Imp. Gráfica Universal. — Princesa, 14. Madrid
p. 5
LA PRUEBA
No sé si he dicho en la primera parte de estos verídicos apuntes queLuis Portal, mi sensato, cuco y oportunista condiscípulo, era bastantefeo y desgarbado, lo cual probablemente influía mucho en su manerade entender la vida y en su intransigencia para con los sueños, lasilusiones, la poesía, la pasión y demás cosas que dan interés a nuestroexistir.
Tenía Portal el cuerpo cuadradote y macizo; las manos anchas;la pierna corta; la cabeza bien desarrollada, pero redonda cualperilla de balcón; el cuello gordo; los hombros altos; las faccionesdemasiadamente grandes para su estatura, de lo cual resultabauna facies nada vulgar, pero de mascarón de proa; unacarofla, como le decían para hacerle rabiar, cuando era chico,sus compañeros en el Instituto de Orense. El claro entendimiento dePortal le inducía a sufrir con risueña cachaza las bromas relativas asu físico; pero el amor propio inherente a la condición humana debíade hacerle sentir a veces su aguijón, y lo revelaba, sin querer, encierto afectado desprecio hacia la belleza masculina, y en las pullasque nos soltaba a los compañeros a quienes creía mejor tratados por lanaturaleza.
Nunca había yo reparado la mala gracia y prosaicop. 6 exterior de Luis como undía que vino a verme, hallándome ya convaleciente de la enfermedadque atrapé a la salida del teatro Real —y que no sé